La educación emocional, que se lleva a cabo en el seno familiar desde el momento en que nace un nuevo ser, es especialmente importante porque es la que comienza de forma más temprana, es la que más huella deja en nosotros y es la que vamos a utilizar a lo largo de nuestra vida. Por ello, aportar ideas y propuestas para ayudar a los padres a educar con eficacia a sus hijos sirviéndose especialmente de la inteligencia emocional, es una tarea necesaria e importante en nuestra sociedad. Desde esta perspectiva educativa los hijos podrán desarrollar unas habilidades altamente provechosas para gestionar sus emociones y enfrentarse a la vida de forma positiva.